Nutrición 101: Sodio

Por tanto, una de las maneras de mejorar nuestra salud cardiovascular y dieta en general es en torno al consumo de sodio. Lo bueno es que a través del uso de especias y técnicas creativas –como la planificación de comidas y otras– se puede disfrutar de sabrosos platillos y meriendas y a la vez, se ayuda a ahorrar en gastos alimenticios. Veamos pues cómo afecta el sodio a nuestra salud.

Importantes aspectos educativos

  • Un 90% de norteamericanos consume demasiado sodio. Con frecuencia sobrepasamos la recomendación de ingesta diaria (o ‘DRI’ en inglés) de 2300 mg al día.

    • Demasiado sodio aumenta el riesgo de presión arterial alta, enfermedades del corazón, enfermedad renal, o de un derrame cerebral.  

    • El 65% del sodio que consumimos llega a través de alimentos empaquetados o de comida preparada.

    • Otro 25% de nuestra ingesta de sodio viene en la comida de restaurante.

    • Sólo un 10% de nuestra ingesta diaria de sodio se obtiene de la comida preparada en casa o incluso, de la sal de mesa que añadimos.

  • Es muy importante esforzarnos por consumir menos sodio. Es a través de nuestras decisiones a conciencia y la planificación que podemos ajustar la dieta para ayudar a disminuir la intesta de sodio.

    • Coma más alimentos frescos o preparados en casa –que sea menos la comida procesada o comidas rápidas de conveniencia. Elaborar en casa la comida desde cero le permite tomar control de lo que se incluye en sus alimentos.

    • Compare las etiquetas de datos alimenticios y escoja, cada vez que sea posible, aquellos con menos sodio.

    • Limite el consumo de la sal de mesa u otros sitios de atracción: salsa de soya, el puré de tomate tipo kétchup o BBQ, así como guarniciones saladas: pepinillos pickles, aceitunas o quesos. 

    • Limite la comida de restaurante; escoja opciones bajas en sodio cuando coma fuera.

  • Cocinar en casa es invertir en su salud –y ahorro de dinero en la cartera. Prepare sus alimentos y coma con frecuencia en casa como rutina para aliviar el trabajo de cocinar y fomentar la alimentación en casa.

    • Formule un plan semanal de alimentos: revise su agenda cada semana y haga un plan de comidas –qué preparar y cuándo prepararlo.  

    • Los abarrotes: vea qué alimentos dispone al momento y lo que hay que comprar para el plan de la semana. Programe un día de la semana para comprar alimentos y así asegurarse que cuenta con todo lo necesario para cumplir con dicho plan.

    • La planificación: manténgase al tanto y al frente del plan con la preparación de las comidas y meriendas –tal vez sea necesario lavar y picar fruta y verduras, elaborar salsas o marinadas, o formar porciones de meriendas saludables de la semana.

    • Cocinar en tandas: fórmese la costumbre de cocinar una cantidad mayor de comida. Así podrá cocinar una vez pero comer dos o tres, incluso cuatro veces; funciona muy bien respecto a la proteína (p. ej., pollo asado, salmón a la parrilla, huevos cocidos); y para el grano entero, (avena, quínoa, arroz integral), verduras (ensaladas, verduras asadas), cacerolas o panes, sopas o salsas.

    • Porciones y almacenaje: coloque las sobras en recipientes herméticos y guárdelas en el refri o en el congelador para aprovechar después en porciones.

    • Para llevar: lleve consigo comidas o meriendas hechas en casa, es decir, para llevar. Una preparación tal es muy saludable pues ayuda a cumplir con las metas de dieta en vez de ir tras meriendas saladas o alimentos chatarra “de conveniencia”.  

  • ¡Comida fresca! Sea precavido con estas comidas que suelen tener un alto nivel de sodio; mejor procure alternativas de alimento fresco.

    • Opte por verduras frescas o congeladas en lugar de enlatada. Si sólo cuenta con el tipo enlatado, drene y enjuague las verduras para eliminar parte del sodio.

    • Rostice usted misma su pollo o pavo en vez de depender de versiones deli.

    • En la mañana: huevos o yogur griego en lugar de desayunar tocino, jamón o chorizo.

    • Pruebe salsa o pesto hechos en casa en vez de productos comerciales envasados.

    • Prepare sopas y caldos hechos en casa y no enlatados o empaquetados.

    • Elabore su propio aderezo para ensaladas en vez del que se compra en la tienda.

    • Haga su propio sazón para tacos en lugar del que se compra en paquete. Se puede hacer con una variedad de especias preparadas de antemano y para su inspiración, puede probar nuestros tacos de calle de tofu desmenuzado, directamente de la recta o ajustándola con sabores predilectos y cambiando especias y proteína magras.

  • Poco sodio… no tiene que resultar en poco sabor. Descubra maneras de añadir sabor a sus alimentos sin depender tanto de la sal u otros condimentos salados.

    • Empiece con algunas comidas sencillas que puede usted misma hacer en casa: sopas o consomés, aderezos para ensalada, salsas, marinadas, o combinación de especias.

      • Hierbas y especias: las hierbas y especias secas pueden dar un gran toque de sabor a prácticamente cualquier comida. Vea cómo preparar su propio sazón, ya sea para tacos, o de ajo y hierbas, o una garam masala. ¡Incluso puede probar nuestro delicioso untado BBQ sin sal!

      • Aceites y vinagres: aceite de oliva extra virgen, aceite de semillas de sésamo tostadas, aceite de chili, vinagre de cidra, vinagre de arroz, y vino.

      • Frutas y verduras: jugo o ralladura de cítricos, frutas de hueso, bayas, cebollas, chiles pimentones, champiñones.

      • Dulcecito, picosito, sabrosito: mostaza Dijon, miel, jarabe de arce (maple), o salsa picante.

Recetas

  • La receta del mes: Sopa de verduras, pollo y cebada

    • De la cocina de Jamie a la suya, nuestras recetas mensuales se publican en nuestro sitio Internet y en las redes sociales. Le invitamos a navegar ahí la colección de recetas y que vuelva a menudo para descubrir otras ricas recetas; claro, también saludables para el corazón.

Autora colaboradora: Jamie Libera, RD, LD, CCTD, dietista registrada, Providence.

Next
Next

Nutrición 101: VDR + etiquetas de información nutricional