Tendencias nutricionales: Desmintamos los mitos

Hay tantas fuentes y recursos educacionales acerca de la nutrición y lo más propicio para la salud. Entre tanto concepto erróneo, puede resultar difícil saber qué afirmaciones son confiables por justificarse en la evidencia. Por tanto, ayuda mucho poder tomar decisiones informadas y bien entendidas sobre la alimentación saludable, como lo son las etiquetas nutricionales. Veamos pues mitos contra hechos, la práctica que conduzca a datos creíbles, y la información necesaria para navegar hacia las mejores decisiones respecto a nuestra alimentación  y abordar el tema de manera sostenible.  

Importantes aspectos educativos

  • Es importante reflexionar sobre sus costumbres personales, creencias y aspectos en torno a la alimentación y la nutrición. Conviene tomar tiempo para el pensamiento crítico y así, permitirnos llegar al corazón y meollo analítico de nuestras decisiones.  

    • Forme y establezca metas específicas en torno a lo que desea y cómo obtenerlo. Considere lo que le haya funcionado anteriormente y lo que no, y proceda según lo que aprendió para alcanzar el éxito. 

    • Pregúntese el porqué cree usted lo que cree e investigue dónde lo aprendió.

    • Tenga cuidado con las ‘recomendaciones’ que tal haya escuchado a través de las redes sociales, o de su entrenador personal, de algún vecino, o de un familiar.   

    • En vez de ello, obtenga datos de fuentes confiables, como de parte de una dietista registrada, de médicos profesionales, o de estudios de investigación científica.

    • Haga preguntas y pida apoyo.

  • Abundan los conceptos erróneos en torno a la nutrición. Para procurar una alimentación que fomente la buena salud, es importante fijarnos en, y acatar, los datos y los hechos.

    • Grasas y aceites saludables  

      • Concepto erróneo: mensajes conflictivos sobre grasas y aceites saludables, lo cual puede ocasionar duda y confusión; p. ej., la incertidumbre sobre alguna afirmación o comparación de que la margarina es más saludable que la mantequilla; si el aceite de coco es saludable, o si el de semillas es tóxico.

      • Hecho: cambiar las grasas saturadas por las no saturadas puede mejorar los niveles de colesterol y con ello, mejorar la salud general del corazón.

        • Limite las grasas saturadas de quesos, carne grasa, mantequilla, leche entera y aceites tropicales como el de palma o el de coco.  Mejor disfrute…

        • Grasas saludables: aceite de oliva, aguacate, nueces, semillas y pescado.

    • Proteínas

      • Concepto erróneo: se nos dice que comamos más proteína y a la vez, no comer huevos o carne roja. A veces las carnes procesadas (del deli, tocino de pavo o carnes secas suelen promoverse como alimentos proteicos ‘saludables’).  

      • Hecho: cumplir la idea de la calidad de los alimentos para preferir los menos procesados, p. ej., proteínas de carne magra, aves, pescado, huevos, lácteos bajos en grasa; proteína de base vegetal: frijol (incluso soya), lentejas, nueces y semillas. Minimice hasta lo posible la ingesta de carnes procesadas –no solo son altas en grasa y sodio, sino que pudieran ser un factor de riesgo de cáncer.

    • Carbohidratos

      • Concepto erróneo: que los carbohidratos nos engordan y nos enferman, lo cual nos hace dudar de la verdadera ventaja alimenticia del grano entero y de la fruta para beneficiar la salud.  

      • Hecho: incluya carbohidratos complejos como parte de una dieta saludable. Recuerde de comer una variedad de grano procesado al mínimo como avena, arroz integral, cebada y quinoa y a la vez, limitar los productos muy procesados como el pan blanco, saladitas blancas y otros panes de harina refinada. Tome menos azúcares añadidos en las bebidas, golosinas, cereales, yogures, barras de granola (etc.), que vienen azucaradas.  

    • El control de peso / la composición del organismo  

      • Concepto erróneo: conjeturas sobre simplificadas que suponen un beneficio al comer menos y hacer más ejercicio para lograr un peso saludable. Esto a veces conlleva la sensación de fracaso y pena por pensar que estábamos “haciendo todo lo correcto”. A veces pasamos por alto factores subyacentes cuando nos esforzamos por obtener una buena salud.

      • Hecho: tratar de comer saludable para centrarnos en una dieta cuya base sea de plantas y alta en fibra. Incluir una variedad de verduras coloridas, grano entero, frijol, lentejas, nueces, semillas, hierbas y especias. El alimento de plantas ofrece la rica ventaja de fibra saludable al corazón y una abundancia de vitaminas, minerales, fitonutrientes, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios.   

  • Para fomentar un estilo de vida saludable es crítico comer alimentos de calidad.  Hasta donde pueda, escoja alimentos frescos y caseros; consuma menos comida procesada, la de conveniencia o de restaurantes. Trate de preparar su propia comida para controlar mejor los ingredientes y la cantidad de grasa, sodio y azúcar en sus alimentos.

  • Recuerde que la dieta saludable y las rutinas de ejercicio físico pueden aparentar ser –y en efecto llegar a ser– diferentes para cada persona.  

    • Fomente decisiones en pro de un estilo de vida que logre su meta personal de salud.  

    • Practique comer con conciencia.  Coma con atención plena mientras escucha el nivel de hambre del organismo y cuando éste se haya llenado. Coma intuitivamente, confíe en sí mismo y seleccione alimentos que le nutran y abastezcan su necesidad.

    • Sea específica al trazar sus metas de salud y bienestar.

    • Sea realista al poner su mira sobre una salud óptima –no importa peso, forma o talla.

    • Descubra maneras de mover el cuerpo a través de actividades que disfrute.

    • Trabaje con empeño para crear hábitos sostenibles de salud a largo plazo.  

Recetas

  • La receta del mes: ensalada de huevo alta en proteína  

    • De la cocina de Jamie a la suya, nuestras recetas mensuales se publican en nuestro sitio Internet y en las redes sociales. Le invitamos a navegar ahí la colección de recetas y que vuelva a menudo para descubrir otras ricas recetas; claro, también saludables para el corazón.

Autora colaboradora: Jamie Libera, RD, LD, CCTD, dietista registrada, Providence.

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